Biblioteca Carnegie

Fotos Históricas de la Biblioteca Carnegie

Artículo en Brooklyn  Eagle 1901

Biblioteca Carnegie

  Recepción
Vestíbulo Superior   Salas de Referencia
Escaleras piso superior   Placa O'Neill
Escaleras sótano   Biografía A. Carnegie
     

Johnny Torres Rivera

La Biblioteca Carnegie es una biblioteca con mucha historia. Su origen se remonta al establecimiento de la primera biblioteca pública de Puerto Rico, en 1903, en el Viejo San Juan, la cual era conocida como Biblioteca Insular. Esta biblioteca se fundó como consecuencia de la fusión de las 5 principales bibliotecas españolas, a saber: la Biblioteca de los Monasterios de los Dominicos y Franciscanos, la de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la Biblioteca de la Diputación Provincial y la Intendencia de Hacienda y Tesorería de Puerto Rico, la Biblioteca del Real Colegio de Abogados-Secretaría General y la Biblioteca del Instituto de Segunda Enseñanza y Escuela Normal. El nombre de esta biblioteca durante el gobierno militar norteamericano fue "San Juan Free Library".

Debemos consignar los esfuerzos de James L. Dunley y Agustín Navarrete (a la sazón síndico de la Biblioteca Insular) y Manuel Fernádez Juncos, recabando del Ex-Gobernador Arthur Yager su ingerencia personal con el fin de obtener la Biblioteca Carnegie en Puerto Rico. Estas gestiones, de las que se habían ocupado anteriormente don Francisco del Valle Atiles y otros valiosos puertorriqueños, se vieron coronadas por el mejor éxito mediante la acción conjunta del Dr. Yager, amigo personal de Mr. Carnegie, y la Asamblea Legislativa, presidida entonces por don José de Diego, y de don Luis Sánchez Morales, quienes formaron parte de la Comisión de la Biblioteca, que hubo de entenderse en lo relativo al nuevo edificio.

En 1901, el Comisionado de Educación de Puerto Rico, Martín Grove Brumbaugh, inició las negociaciones con el filántropo millonario Andrew Carnegie encaminadas a dotar a San Juan de una biblioteca pública. El Consejo Municipal de San Juan había acordado aportar $6,000 anuales para gastos de mantenimiento. El secretario privado del Sr. Carnegie, James Bertram, indicó que la cantidad acostumbrada del donativo era de 10 veces la aportación para el mantenimiento. No obstante Brumbaugh logró obtener la suma de $100,000 para la construcción de la biblioteca. El lugar recomendado inicialmente fue la Plaza de Colón.
En octubre 25 del 1901, los fideicomisarios, el Gobernador Hunt, el Alcalde y el Comisionado Brumbaugh se reunieron con el fin de comenzar a elaborar los planes para la erección del edificio.

El edificio que alberga la biblioteca Carnegie en  Puerta de Tierra, San Juan fue diseñado  por Ramón Carbia en 1914.  Fue el primero construido en Puerto Rico para ser utilizado específicamente como biblioteca pública. La construcción comenzó en 1914, en un terreno donado por el gobierno. La antigua Biblioteca Insular fue transferida a la Carnegie en junio de 1916. La nueva biblioteca fue inaugurada el 27 de julio de 1916. En virtud de la Sección 1 de la Ley Núm. 20 de 22 de noviembre de 1917su nombre fue cambiado a Biblioteca Carnegie.

A tenor con la Ley Núm. 222 de 28 de marzo de 1946, según enmendada, fueron asignados y puestos a la disposición de la Junta de Síndicos de la Biblioteca Carnegie seis mil (6,000) dólares, a fin de que la referida Junta organizara una biblioteca rodante. También, el entonces denominado Departamento de Instrucción Pública fue autorizado a poner en funcionamiento, una vez organizada, la biblioteca rodante mediante la compra del equipo necesario y la prescripción de las reglas adecuadas a los fines de llevar a cabo tales propósitos.

Los primeros cuarenta años de servicio fueron los años de gloria de la biblioteca, la cual contaba con 9 salas. Llegó a contar con una membresía de 18,000 personas, un promedio de 200 visitantes diarios.  A tenor con la Ley Núm. 222 de 28 de marzo de 1946, según enmendada, fueron asignados y puestos a la disposición de la Junta de Síndicos de la Biblioteca Carnegie seis mil (6,000) dólares, a fin de que la referida Junta organizara una biblioteca rodante. También, el entonces denominado Departamento de Instrucción Pública fue autorizado a poner en funcionamiento, una vez organizada, la biblioteca rodante mediante la compra del equipo necesario y la prescripción de las reglas adecuadas a los fines de llevar a cabo tales propósitos. La biblioteca ofrecía servicios de "cajas viajeras", que consistían en unos anaqueles rodantes a través de los cuales se llevaban libros a las escuelas y comunidades aisladas. En 1950 se añadió el servicio de biblioteca rodante.

La biblioteca estaba regida por una Junta de Síndicos nombrada por el gobierno, con la aprobación del senado. En 1950 todas las funciones de esta Junta fueron transferidas al Departamento de Instrucción Pública, el cual sería responsable de su administración.

En 1965 la biblioteca fue cerrada debido al estado de deterioro en que se encontraba. Fue remodelada de acuerdo al diseño original, con algunas alteraciones tales como el piso y reabrió sus puertas en 1969. En las dos décadas siguientes volvió a cerrar por temporadas y reducir su horario de servicio por falta de fondos.

La biblioteca tenía un horario diurno y nocturno y contaba con una sala de conferencia, la sala de revistas, la sala de la colección puertorriqueña, la sala de referencia, la sala de niños y el área de circulación. Durante las dos décadas subsiguientes se vio forzada a cerrar durante temporadas y a reducir su horario de servicio. No abría de noche ni fines de semana. Por falta de fondos el personal tuvo que ser reducido, lo cual afectó los servicios. La biblioteca dependía mayormente de donaciones. Debido a la falta de control mucho material se perdió.

El 18 de septiembre de 1989 la Biblioteca Carnegie sufrió daños significativos como consecuencia del paso el Huracán Hugo por Puerto Rico. En el campo de la bibliotecología este ha sido uno de los mayores desastres en la isla. El agua y el viento dañaron la mayor parte del equipo y del material. Los daños estructurales fueron calculados en un millón de  dólares y se perdieron 39,000 libros valorados en $975,000. La colección puertorriqueña, donde se encontraban documentos y colecciones únicas en Puerto Rico, fue la mas afectada. Aún cuando la ciudad capital quedó sin una biblioteca pública, no fue hasta el 1991 que el Departamento de Educación, apoyado por un grupo de ciudadanos interesados en la biblioteca, decidió restaurar el edificio.

 

 

Aún cuando la ciudad capital quedó sin una biblioteca pública, no fue hasta el 1991 que el Departamento de Educación, apoyado por un grupo de ciudadanos interesados en la biblioteca, decidió restaurar el edificio.

Los fondos iniciales para la reconstrucción de la Biblioteca Carnegie fueron gestionados durante la administración de la Secretaria Celeste Benítez. Estos esfuerzos fueron apoyados por un grupo de la comunidad integrado por Bartolomé Gamundi, Marylin Montalvo, Inés Flores, Rafal Delgado, Dra. Haydée Muñoz Solá, Dra. Consuelo Figueras y capitaneado por J.P. McCloskey. Este grupo trabajó activamente en la reconceptualización inicial de la biblioteca y sus servicios. La colocación de la primera piedra, para dar inicio a la reconstrucción, tuvo lugar en octubre de 1992. La firma de arquitectos Segundo Cardona y Ferré tuvo a su cargo la reconstrucción del edificio y el diseño de los interiores. Esta firma puso todo su empeño en mantener el diseño de la construcción de la Carnegie lo mas fiel posible a los planos originales del 1912 los cuales fueron diseñados por el arquitecto Henry D. Whitfield. La supervisión de la obra y la adquisición del mobiliario estuvo a cargo de la Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas. El contratista Jafer estuvo a cargo de la reconstrucción del edificio. En 1995 se reinaugura la biblioteca abriendo sus puertas a toda la comunidad de San Juan y áreas adyacentes.

Dada la importancia que tiene para el pueblo de Puerto Rico, y particularmente para la ciudadanía de San Juan, el profesor Víctor Fajardo,Secretario de Educación, la Dra. Isidra Albino, Subsecretaría de la Docencia, y el Sr. Héctor R. Nevárez, Subsecretario de Administración, dieron seguimiento personal y apoyo incondicional al desarrollo del proyecto de reconstrucción y reapertura de la Biblioteca Carnegie.El Secretario no escatimó en invertir los recursos fiscales necesarios para desarrollarla como el modelo de biblioteca pública para el próximo siglo, como lo fue al inicio del presente. Este apoyo permitió dotar a la biblioteca con la más actualizada tecnología de la información, una colección básica actualizada y los mejores recursos humanos.



La Biblioteca Carnegie en 1916

Su estructura es de dos niveles, sin contar con el sótano, con planta rectangular de estilo Neoclásico.  Consta de  nueve salones aparte de los destinados a oficinas. De estos salones, durante el inicio de la Biblioteca Carnegie, tres le fueron cedidos temporalmente a la Cruz Roja Americana, Capitulo de Puerto Rico y uno al Colegio de Leyes de la Universidad de Puerto Rico. La fachada principal, al sur, tiene un pórtico recesado de seis columnas dóricas de orden colosal.  Las demás fachadas están moduladas por pilastras dóricas también de orden colosal.  Cinco grandes puertas con arcos salvan los dos niveles y dan accesos al edificio.  El techo, a cuatro aguas, está cubierto de tejas vidreadas.


La planta es simétrica en ambos niveles.  El primer nivel tiene un gran salón a lo largo del edificio y se divide en dos: un vestíbulo al frente y anaqueles de libros en la parte posterior.  A cada lado hay salas de lectura.  El vestíbulo mantiene los detalles arquitectónicos originales.

 

El acceso al segundo piso se logra mediante dos escaleras laterales.  Las escaleras conservan la balaustrada de madera original.  Este segundo piso duplica el primero y contiene una sala de exposición, un salón de lectura y un auditorio al este.  El auditorio conserva toda la ornamentación arquitectónica original. 

Actualmente la Bilioteca Carnegie es la primera biblioteca pública del Departamento de Educación que ofrece sus servicios en forma totalmente automatizada. Un consorcio establecido entre el Recinto de Mayaguez de la Universidad de Puerto Rico y el Departamento de Educación viabilizó el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones de la biblioteca y el desarrollo de la base de datos automatizada del catálogo en línea. Ésto viabilizará la participación de ésta red de información Cooperativa de Puerto Rico (RICOPUR), una red automatizada de bibliotecas multipisos, y a redes internacionales como Internet.

En febrero de 1995 se nombró a la Sra. Carmen Laura Hernández como directora ejecutiva de la Biblioteca Carnegie. Desde el momento de su nombramiento trabajó arduamente para nombrar el personal, adquirir materiales y equipos adicionales. junto a su personal preparó a la biblioteca para comenzar a ofrecer sus servivios el día 2 de mayo de 1995, durante la Semana Educativa.

El 30 de octubre de 2002 el Sr. Jon E. Slater, Presidente y Principal Oficial Ejecutivo de Puerto Rico Telephone (PRT), acompañado del Hon. César Rey Hernández, Secretario de Educación, y los Sres. Antonio Rivera y Richard Espinosa de la Biblioteca Carnegie, inauguró el Centro PRT de Educación Digital de la Biblioteca Carnegie. El Centro tiene como propósito el aunar esfuerzos con el Comité de Amigos de la Biblioteca Carnegie, proveyendo una poderosa herramienta educativa como lo es el Internet para apoyar, tanto los fantásticos cursos educativos de la Biblioteca como el programa de Escuela Abierta del Departamento de Educación y los proyectos de Comunidades Especiales, a los que la Biblioteca también brinda apoyo.

La biblioteca cuenta con nueve salas de servicio: Centro de Información y Referimiento, Sala de Recursos Audiovisules, Sala de Niños Dr. Ramón Mellado Parsons, Sala de usos Múltiples Luis O'Neil de Milán, Sala Audiovisual, Sala de Referencia, Sala de Circulación, Sala de jóvenes, Sala de Revistas y Periódicos Harold J. Lidin.

El futuro luce brillante para la nueva Biblioteca Carnegie. Existen muchos planes para continuar su importante misión educativa. Entre los proyectos que se implantarán en la biblioteca está la propuesta auspiciada por Título VI titulada: "La Biblioteca Carnegie: un puente entre los estudiantes y el mundo de la información". Dicha propuesta fue desarrollada y sometida por la Dra. Figueras y será coordinada por la profesora Josefina Gómez. La misma tiene como propósito desarrollar en una muestra de estudiantes de los grados 5to. al 12mo. el interés en la lectura y las destrezas de información. Los estudiantes participantes provendrán de escuelas públicas de San Juan que no cuentan con bibliotecas escolares en sus planteles.

Hoy en la era de la televisión, los videos, etc., las bibliotecas han tenido una competición difícil, pero aun así siguen siendo una parte vital e importante de nuestra sociedad. Son necesarias no únicamente para prestar libros para leer, sino para propósitos educativos: oradores, firmas de libros, asuntos sociales, exposiciones y genealogía.

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-El Libro de Puerto Rico, Capitulo VII, Bibliotecas Públicas de Puerto Rico.
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