El Casino de Puerto Rico, verdadero museo de arte y buen gusto, será, cuando se terminen las obras, el más hermoso edificio de la Isla, y el mejor, indiscutiblemente, de sus numerosos centros sociales. No sería generoso hablar de esa obra maestra de arquitectura, en que no puede apreciar la vista humana .tantísimo detalle, sin poner de relieve ante la admiración del público, el extraordinario valer de un artista insigne, el señor Albrizio, tan modesto como genial, a quien se deben las maravillas que, al inaugurarse el Casino, asombrarán a todos los que recorran sus salones,



Puerto Rico Ilustrado, marzo 24 1917

que traen a la mente los de los palacios de la época del Rey Sol.
La estupenda cuanto delicada labor del señorAlbrizio es lo primero que se destaca en los salones suntuosos de aquel palacio, pues se ve en todas partes, en relieves, adornos y columnas, que recrean los ojos y emocionan al espíritu de tal modo que hay momentos en que uno se siente fatigado ante aquel derroche de arte fino y sutil, inspiración y exquisito gusto. Reciba nuestros más entusiastas parabienes el émulo del gran Benvenuto.
La junta directiva del Casino Portorriqueño se dispone ya a inaugurarlo con suntuosas fiestas sociales, que coinciden con el día del patrón de San Juan, a las que darán más vivo esplendor numerosas familias de varias poblaciones, que muestran el deseo de contribuir a todos los actos.